martes, febrero 17, 2015

Lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial



QUARTA LEZIONE DI STORIA: GUERRA 1914-18
SCRITTURA. LETTERE, DIARI E MEMORIE DI GENTE COMUNE




E
l pasado domingo 15 de febrero tuvo lugar en el teatro Verdi de Trieste la cuarta lección de historia del ciclo de conferencias Guerra 1914-18, organizado por la Editorial Laterza en colaboración con el municipio de Trieste y con el diario Il Piccolo. En esta ocasión Antonio Gibelli, profesor de historia contemporánea en la Università degli Studi di Genova, impartió una conferencia en la que habló sobre los testimonios escritos que dirigieron a sus hogares soldados comunes durante la Primera Guerra Mundial, y reflexionó sobre lo que llevó a estos soldados semialfabetizados a esforzarse por escribir a sus familias desde las trincheras.
La Guerra fue una potente productora de escritura, que brindó la posibilidad de acceder a la alfabetización a la población europea. Movilizó a casi setenta millones de hombres, separó familias y comunidades, creó una inmensa necesidad de comunicación a distancia, de información, de seguridad, de consolación, que sólo la escritura podía satisfacer.
La necesidad de comunicación fue lo que empujó a aquellos soldados a sufrir la fatiga suplementaria de escribir cartas y postales para sus familiares, con objeto de señalar día a día que seguían vivos. Las cartas llegarían a su destino aunque los remitentes hubieran desaparecido. Para estos soldados la escritura suponía un medio de evasión del mundo de sufrimiento y muerte que suponía la guerra, al ocuparse de asuntos domésticos: el trabajo, la familia, los afectos.
Las cartas y postales no fueron las únicas formas de escritura de las que los analfabetos se vieron empujados a hacer un uso más extenso que en el pasado con motivo de la Guerra. Muchos soldados llevaron consigo cuadernos de notas o escolares para anotar direcciones o el texto de alguna canción. Algunos comenzaron a escribir cada día los turnos, los nombres de los lugares que transitaban, o los principales acontecimientos. Presa de los acontecimientos, sintieron la necesidad de dejar rastros que conservasen su memoria. La amenaza de la muerte dotaba a la escritura de un significado especial, como gesto que permitía garantizar una supervivencia virtual.
En este flujo de escritura que contribuía a reafirmar los cimientos de la memoria de guerra, ocupaban un puesto especial los diarios, y entre ellos, los diarios de reclusión. Los prisioneros retenidos en los campos europeos encontraron en la escritura un medio de resistencia, de confirmar cada día la posibilidad de sobrevivir al tormento que padecían, de introducir un poco de orden y limpieza en el mundo de desorden y suciedad que los rodeaba.
Con sus escritos los soldados de infantería fijaron su memoria, relatando sus vivencias durante el conflicto y dejando, con ello, una advertencia para la posteridad. Establecieron una relación precaria con el mundo de lo escrito, afirmando el derecho a escribir en una sociedad en la que el acceso a la escritura era un privilegio. Por ello hoy es posible construir la historia coral de la Gran Guerra, considerada tiempo atrás algo imposible o ficticio.

Los videos integrales de las conferencias impartidas en el ciclo Guerra 1914-18, pueden visualizarse en http://video.gelocal.it/ilpiccolo/dossier/lezioni-di-storia/lezioni-di-storia-2015-futuro-e-arcaicita-della-guerra/38441/38514

Más información
http://ilpiccolo.gelocal.it/trieste/cronaca/2015/02/14/news/lezioni-di-storia-al-verdi-arriva-antonio-gibelli-1.10863051
www.laterza.it/ lezioni-di-storia-trieste-guerra-1914-1918

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